
Es de conocimiento popular que se diga esto. Muchos lo creen, e incluso lo practican... Pero, ¿es cierto?
También se dice que somos animales de costumbre. Que después de cierto tiempo en una relación, caemos irremediablemente en una "rutina" emocional. Entonces, cuando terminamos una relación ¿de verdad podemos sacar a esta persona de nuestro corazón en un lapso relativamente corto, y darle cabida a una nueva aventura sentimental? ¿Podrá un clavo, sacar a otro, de raíz?
Conozco muchos casos que avalan una respuesta positiva a esta pregunta. De hecho, lo practican como un deporte. Otros en tanto, adquieren un perfil más reservado, aunque lo siguen creyendo factible. Quizás dependa del grado de compromiso de una determinada relación.
Por ejemplo, si alguien está durante tres años con una persona, al momento de terminar le será más difícil dar vuelta la página, por lo tanto guardará un "luto" de algunos días, meses o años. Eso puede variar. Aunque esto no quiere decir necesariamente que los carpinteros del corazón (he decidido llamarles así) no sientan cosas fuertes por la persona anterior... Es sólo que tienen la capacidad de olvidar TODO lo relativo a dicha persona, demostrando una frialdad impresionante.
Pueden existir muchos casos diferentes y creo que no sería sensato encasillar ninguno. En lo personal, creo que no está correcto reemplazar un clavo por otro, por la sencilla razón que para mí una relación es una cosa seria, y como tal, me involucro demasiado con la otra persona. Para mí, las personas que practican esto no son más que seres inmaduros, que no saben lo que quieren (por lo tanto vagan en una constante búsqueda de identidad sentimental), se mantienen incapaces de encontrar un rumbo fijo en la vida, con prácticas dignas de un quinceañero.
Cuando descubro que alguien es así, me alejo indefectiblemente.